Primera salida de agosto a rockfishing, el día prometía lluvia pero libramos, así que Mikel y yo nos fuimos a echar unos lances, ya me había llegado que las lubinetas estaban con hambre y que no serían difíciles de encontrar.
Preparamos los equipos de rock y a darle, el agua estaba un poco mas movida de lo que ponía el parte, pero perfecta para pescar, lo único es que estaba verdaderamente cristalina, y eso a veces nos complica engañar a los peces.
Comenzamos la jornada vinilenado un poco, pero parecía que no se movía nada, y viendo como estaba el agua monté el paseante de la casa María que tan buenos resultados no ha dado otras veces, un lance para un lado, un lance para el otro y zaaasss, una lubina.
Seguimos insistiendo y aunque las veíamos detrás de los paseantes no se decidían por atacar, Mikel pudo ver como una ya maja le metía un revolcón al señuelo dejando un buen remolino pero sin clavarse.
Visto lo visto las dejamos descansar y en aguas mas profundas decidimos volver a los vinilos y a los jigs.
En una de estas Mikel cree que toca fondo, pero no engancha, sorpresa al sacar el sawamura y encontrarnos con el recuerdo de una buena dentadura que no pinchó en el anzuelo por los pelos, pero que tiene pinta de una buena pieza.
Y los jigs sólo nos dieron esta captura de Mikel
Tras insistir un poco mas en los sitios donde habíamos tenido mas ataques de lubinas y no volver a verlas, decidimos retirarnos para volver otro día.
Buena pesca a todos.
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